Periodico de aragon

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, después de que trabajadores de la empresa de autobuses urbanos hayan acampado en las instalaciones del área de Movilidad del Ayuntamiento exigiendo reunirse con él, ha asegurado que no tiene prevista ninguna reunión "y menos bajo coacción o chantaje". "No nos van a marcar la agenda", ha avisado en rueda de prensa, tras calificar esta protesta de "una escenificación más" que "no nos puede sorprender" porque este colectivo lleva "30 años haciendo escenas de este tipo". Del mismo modo, ha animado a que trabajadores de Auzsa, y no los interlocutores, acudan a expresar su opinión al igual que él fue a una asamblea de los mismos, ya que cree que las posiciones en su colectivo son "plurales y no monocordes". En este sentido, Santisteve ha recordado que en aquella asamblea de trabajadores les explicó que este Ayuntamiento no iba a poner "un euro" para solucionar el conflicto, al contrario que se ha hecho anteriormente, ni iban a actuar "bajo presión" de cara a una remunicipalización de servicios que está planteada a largo plazo. Allí, además, se llevó la impresión de que los trabajadores no hablaban solamente de mejoras salariales, sino también de otros aspectos como los horarios de descanso, y que el Servicio de Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) consiguió acercar posturas en este apartado económico, que era lo que dificultaba el cierre de un acuerdo. Tras insistir en que en el fin de este conflicto, que se prolonga ya durante 96 días, no puede haber "ni vencedores ni perdedores" y que ambas partes deben ceder, ha recalcado que la situación actual también afecta a los intereses de los ciudadanos y a su derecho a la movilidad. Por ello, ha calificado de "escenificación" y de "tomadura de pelo" que las partes "se levantaran de la mesa" del SAMA cuando "solo quedaban flecos" y el acuerdo se situaba en torno al 90 por ciento. En ese caso, el alcalde se ha preguntado por qué en este punto no desconvocaron los paros en lugar de volver "a la casilla de salida". En consecuencia, ha subrayado que "hay que cuestionar el no buen hacer de los interlocutores", que considera que han actuado según posiciones preconcebidas y no lo han hecho "de buena fe". Ante ello, ha señalado que se va a invertir todo el dinero que se ahorra el Consistorio por el servicio no prestado en la mejora de la accesibilidad, compra de vehículos híbridos o la devolución del importe de los abonos. También ha destacado la auditoría externa realizada a Auzsa, unos cuadros de marchas más ajustados a la realidad, la inspección técnica de vehículos o mejoras en la accesibilidad o los horarios en sábados y festivos. Sobre los servicios mínimos, Santisteve ha insistido en que hablar de ellos es reincidir en un contexto de mantenimiento de la huelga, pero ha dejado claro que son "revisables" en cualquier momento en que "el desequilibrio" se produzca, ya que es un elemento que "está ahí". El Ayuntamiento de Zaragoza tiene también preparadas medidas si no se pone fin al conflicto "que se anunciarán cuando se tengan que anunciar", ha concluido.